The puzzle of ancient brain surgery
Esta nueva postura contradice las anteriores declaraciones de la administración estadounidense

En un giro inesperado sobre la política exterior estadounidense, la administración de Donald Trump ha intensificado la presión sobre el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, para que acepte la anexión rusa de Crimea y parte del este de Ucrania como un hecho consumado.

Esta nueva postura, revelada esta semana durante una reunión ministerial de la OTAN, contradice las declaraciones anteriores de la administración estadounidense sobre el apoyo inquebrantable a la integridad territorial de Ucrania.

El secretario de Defensa de EE.UU., Pete Hegseth, declaró que para alcanzar la paz, es necesario "reconocer que es un objetivo" la ocupación rusa de estos territorios. Esta afirmación implica un cambio drástico en la política estadounidense y abre la puerta a la posibilidad de que Ucrania ceda permanentemente una parte significativa de su territorio a Rusia.

Además, Hegseth descartó la adhesión de Ucrania a la OTAN como parte de un acuerdo de paz, una de las principales demandas de Zelenski. Esta decisión supone un revés para Ucrania, que ha buscado activamente la membresía en la alianza militar como garantía de seguridad ante la agresión rusa.

Las declaraciones de Hegseth han generado preocupación en Kiev, donde Zelenski ha insistido en que las garantías de seguridad para Ucrania deben contar con la implicación de Estados Unidos.

En cuanto al despliegue de tropas de paz en Ucrania, Hegseth también lo descartó, a pesar de que algunos aliados europeos han expresado su disposición a enviar efectivos para garantizar el cumplimiento de un posible acuerdo de paz.

Finalmente, Hegseth instó a los aliados europeos de la OTAN a aumentar su gasto militar, haciéndose eco de la demanda del presidente de que todos los estados miembros destinen al menos el 5% de su producto interno bruto a defensa.

Este cambio en la política estadounidense se produce en un momento clave de los contactos entre Estados Unidos y Ucrania sobre la guerra. La administración estadounidense ha admitido recientemente que las sanciones económicas impuestas a Rusia no han logrado el efecto deseado y que está explorando nuevas vías para resolver el conflicto.

Las declaraciones de Hegseth sugieren que la administración estadounidense está priorizando un acuerdo de paz rápido con Rusia, incluso si eso significa aceptar la anexión rusa de territorio ucraniano. Sin embargo, esta postura podría generar tensiones con los aliados europeos, que han mostrado mayor disposición a apoyar a Ucrania en su lucha por la integridad territorial.

La nueva política estadounidense también plantea interrogantes sobre el futuro de la seguridad en Europa y la capacidad de la OTAN para disuadir futuras agresiones rusas.